viernes, 27 de enero de 2012

¿Qué es una concepción del mundo?. Manuel Sacristán

En la lectura se nos muestra las características más peculiares de la definición de ciencia y sus aplicaciones, creando una concepción del mundo en que vivimos. Después en la segunda parte del texto trata la concepción marxista del mundo.
Hay tantas concepciones del mundo como personas, que suelen determinarse y agruparse según culturas, costumbres, creencias, etc.
En la filosofía clásica podemos encontrar muchas fuentes acerca de la concepción del mundo. Estas teorías han marcado nuestra historia influyendo en el pensamiento a lo largo de los tiempos. Las ciencias positivas fueron arrebatando terreno a la filosofía mediante el método experimental. Un nuevo paradigma se estableció en la evolución de occidente y, después, de la humanidad en general. En el siglo XIX todavía la filosofía resistía a la ciencia en cuestiones “supuestamente superiores a la misma” (Platón o Hegel, por ejemplo), entrando en el campo existencial o religioso.
La ciencia plantea el “conocimiento intersubjetivo” que posibilita que personas distintas y preparadas entiendan una formulación de la misma manera. Las religiones y la filosofía sistemática carecen de estos rasgos, por lo que poco a poco van siendo relegadas.
Por ello, la ciencia se asienta así como el orgullo del ser humano. Por sus propios medios el hombre experimenta y concreta “leyes” que son objetivas en el mundo que le rodea. No se dejan huecos a la improvisación, todo se tiene que, primero explicar y después demostrar para ser válido (si no se quedará en una teoría). Es la principal influencia en la concepción actual del mundo occidental.
La concepción marxista del mundo se da a partir de dos conceptos: el materialismo y la dialéctica. La premisa de que la realidad ha de explicarse por sí misma, en lenguaje filosófico clásico, puede llamarse inmanetismo: el principio de que la explicación de los fenómenos debe buscarse en los fenómenos, en el mundo, y no en instancias ajenas o superiores al mundo. Este concepto es la base antes mencionada de la ciencia. No se pueden admitir causas no-naturales para explicar un fenómeno. Este concepto, inmanetismo, es la base de la concepción marxista del mundo: el mundo debe explicarse por sí mismo. La concepción marxista del mundo está movida por la aspiración a terminar con la obnubilación de la consciencia, con la presencia en la conducta humana de factores no reconocidos o idealizados. La liberación de la consciencia presupone la liberación de la práctica.
Entonces, esta formulación de Engels supone la concepción de la filosofía no como un sistema superior a la ciencia, sino como un nivel del pensamiento científico: el de la inspiración del propio investigar y de la reflexión sobre su marcha y sus resultados.
Las ciencias positivas se basan en ir descomponiendo procesos realmente complicados para explicar paso por paso cada fragmento, más simple, para finalmente, entender el conjunto complejo. Pero esto en algunos casos provoca que se prescinda de la peculiaridad cualitativa de los fenómenos complejos analizados y reducidos. El campo de relevancia del pensamiento dialéctico es precisamente el de las totalidades concretas: “La verdad es el todo”. Y es que la ciencia positiva a veces no puede tratar de entender las concreciones reales, el todo. La fórmula dialéctica consiste en recuperar lo concreto sin hacer intervenir más datos que los materialistas del análisis reductivo. Y este es el análisis dialéctico, busca la comprensión de las concreciones o totalidades, no el análisis reductivo de las ciencias positivas

Características del conocimiento científico.Gino Longo.


En la lectura, el autor empieza directamente explicando con una definición de ciencia ideada por J. Schumpeter, que dice: "es ciencia cualquier tipo de conocimiento que haya sido objeto de esfuerzos conscientes para perfeccionarlo. Estos esfuerzos producen hábitos mentales -métodos o técnicas- y un dominio de los hechos descubiertos por esas técnicas".

A parte de ello el conocimiento científico debe proporcionar una descripción de la realidad, pero no puede limitarse a describirla, sino que al mismo tiempo debe explicarla. La ciencia tiene por finalidad mostrar la necesidad de los objetos, y no dar una simple descripción de los mismos.
Se establece un requisito según el cual ha de explicarse la realidad partiendo de ella misma, y esto distingue lo que es ciencia de lo que no. Este es el aspecto en el que más discrepo con el autor puesto que yo soy de la opinión de que nadie puede ser 100% objetivo, siempre estamos condicionados.
Continúa la lectura diciendo que una filosofía coherentemente científica forzosamente ha de ser materialista, basándose en la necesidad de estudiar la realidad y explicarla, de nuevo, partiendo de ella misma.
El conocimiento, dice, es una parte de la actividad humana, es premisa de la acción, siendo ésta el fin último del conocimiento. Así, si conocemos la realidad, antes o después surgirán los instrumentos técnicos que nos permitirán modificarla.
Y concluye el texto haciendo mención a que tanto la acción colectiva como el pensamiento individual son fenómenos sociales, y no se diferencian entre sí por su finalidad o su contenido, sino por su forma de manifestarse. Todo lo que hacemos es actividad social, nuestra propia existencia lo es, porque lo que hacemos lo hacemos para la sociedad y con conciencia de ser un ente social.
Con el método científico alcanzamos una comprensión conceptual de las relaciones recíprocas que existen entre los hechos.

lunes, 16 de enero de 2012

Negociando con el enemigo

El articulo periodístico relata una serie de sucesos comerciales ocurridos entre Israel  e Irán, por medio de Dinamarca actuando como intermediario, la mercancía comprada es un sistema de vigilancia y control de información en Internet, y aun pudiéndose hablar porqué  se empeñan tanto los gobiernos en privar de libertad a sus congéneres en pos de su seguridad, nos centraremos en el presente artículo que como bien refleja en sus lineas otros casos que enemigos ideológicos o naturales han tenido relaciones comerciales , Israel con Jomeini por ejemplo. Y es que, en este mundo importa más el consumo y la venta que a quien se produzca, habrá algunos que intente mantener sus ideas por encima del dinero pero , por lo que esta noticia demuestra no es así, y hoy en día cualquier cosa esta en venta,incluso a tu enemigo mas odiado.

TEORÍA DEL DESARROLLO CAPITALISTA – SWEEZY

EL MÉTODO DE MARX.

Marx era un resuelto partidario del método “abstracto deductivo”. Aceptaba y practicaba lo que los teóricos modernos han llamado el método de las “aproximaciones sucesivas”, que consiste en avanzar paso a paso de lo más abstracto a lo más completo, eliminando suposiciones simplistas en las etapa sucesivas de la investigación, de modo que la teoría pueda tomar en cuenta y explicar una esfera cada vez más vasta de fenómenos reales.

Hay una serie de diferencias entre Marx y los representantes de la tradición clásica y neoclásica. El principio de la abstracciones es por sí mismo incapaz de rendir conocimiento. Por eso uno debe decidir de qué hacer abstracción y de qué no hacerla. Surgen así dos cuestiones:

¿QUÉ PROBLEMA SE EXAMINA? Y ¿CUÁLES SON LOS ELEMENTOS ESENCIALES DEL PROBLEMA?

 Si tenemos la respuesta a ambas preguntas sabremos seguramente de qué no nos podemos separar, enmarcando nuestras suposiciones de forma sencilla. Uno puede hacer abstracción de una diferencia que otro esté tratando de explicar, y, sin embargo, cada uno puede tener razón desde el punto de vista del problema que estudia.
Marx es radicalmente distinto del de las escuelas de pensamiento no marxista, ya que “pone al desnudo la ley económica del movimiento de la sociedad moderna”.
Poner de relieve lo esencial y hacer posible su análisis: ésa es la tarea específica de la abstracción.
La principal preocupación de Marx era la sociedad en su conjunto, y muy especialmente el proceso del cambio social. Intentaba más bien poner al descubierto la verdadera interrelación de los factores económicos y no económicos en el conjunto de la existencia social.
Una vez alcanzada la conclusión de que la clave del cambio social se encuentra en el modo de producción capitalista.

Marx, rebuscando entre los pensamientos de Hegel, concretamente en los pensamientos que enfatizaban en el proceso de cambio y desarrollo a través del conflicto entre fuerzas antagónicas. Marx se da cuenta así de la lucha de clase.
A diferencia de Hegel, sin embargo siguió los conflictos históricos decisivos hasta sus raíces en el modo de producción, esto es lo que él llamó materialismo histórico.

“La sociedad en su conjunto se divide cada vez más en dos campos hostiles, en dos grandes clases que se enfrentan: la burguesía y el proletariado”. El estudio se basará en dos pasos:
Primero, todas las relaciones, exceptuando la de capital y trabajo, hay que suponerlas provisionalmente alejadas, para reintroducirlas, una por una, sólo en una etapa posterior del análisis.
Segundo, la relación capital-trabajo debe reducirse a su forma más importante:
“Las mercancías”: Todo lo que habitualmente se destina al cambio más bien que a uso directo, es una mercancía; El análisis de las mercancías, implica el análisis de la relación del cambio y su aspecto cuantitativo; el dinero y el beneficio.
.Para Marx, la realidad social es el proceso de cambio inherente a un juego de relaciones El proceso de cambio en la historia es el producto de la acción humana.
El ser humano hace su historia, el cambio histórico siempre se da en circunstancias concretas. Así pues, la sociedad cambia y puede ser cambiada.
Actualmente, la mayoría de la gente no ve alternativa al capitalismo. Se puede decir que el pensamiento único se puede traducir en: Capitalismo o Muerte.

EL PROBLEMA DEL VALOR CUALITATIVO.

Toda mercancía tiene un valor de uso y un valor de cambio.
El valor de uso expresa cierta relación entre el consumidor y el objeto consumido. Las categorías de la economía política deben ser categorías sociales, pasando así las mercancías de tener un valor de uso a tener un valor de cambio.
Poseyendo las mercancías un valor de cambio, las mercancías exhiben su característica única en relación con las otras. En una sociedad en que el cambio es un método regular de realizar el propósito de la producción social, es sólo en calidad de mercancías como los productos tienen valor de cambio.
El valor de cambio aparece como una relación cuantitativa entre cosas, entre las mercancías mismas. La relación cuantitativa entre cosas, que llamamos valor de cambio es, en realidad, sólo una forma exterior de la relación social entre los propietarios de mercancías.
El cambio de mercancías es un cambio de los productos del trabajo de productos individuales. Las mercancías que se tratan son productos del trabajo humano en una sociedad basada en la división del trabajo, en la que los productos trabajan privada e independientemente.
Una mercancía es un rasgo universal de la existencia humana, presente en cada una y en todas las formas de sociedad. Como valor, una mercancía es un rasgo de una forma histórica específica de sociedad que se distingue por dos características principales: 1) La división del trabajo desarrollada y 2) producción privada.

Marx identifica el trabajo como la sustancia del valor.
El trabajo también tiene dos aspectos, uno correspondiente al valor del uso y el otro al valor de la mercancía que produce.
Podemos resumir la relación cualitativa del valor con el trabajo en la siguiente información: “Todo trabajo es gasto de fuerza, y en su carácter de trabajo humano abstracto idéntico, crea y forma los valores de las mercancías. Por otra parte, todo trabajo es el gasto de fuerza humana de trabajo en una forma especial y con un fin preciso, y en éste, su carácter de trabajo útil concreto, produce valores de uso.
El trabajo abstracto es abstracto sólo en el sentido completamente recto de que se pasan por alto todas las características especiales que distinguen una clase de trabajo de otra.
La sociedad capitalista se caracteriza por un grado de movilidad del trabajo mucho mayor que el que prevalecía en cualquier forma anterior de la sociedad.
El trabajo no es sino el resultado de una suma concreta de diferentes clases de trabajo. La indiferencia hacia la clase particular de trabajo corresponde a una forma de sociedad en la que los individuos pasan fácilmente de una clase de trabajo a otra. El trabajo se ha convertido aquí en un medio de crear riqueza en general y ha dejado de desarrollarse junto con el individuo en un sentido particular.
La reducción de todo trabajo a trabajo abstracto permite ver claramente una suma de fuerza de trabajo social que es susceptible de transferencia de un uso a otro de acuerdo con la necesidad social, y de cuya magnitud y desarrollo depende en última instancia la capacidad productora de riqueza de la sociedad.
El trabajo abstracto es la sustancia del valor. La mercancía tiene en común con todas las demás mercancías el hecho de absorber una parte del total de la fuerza del trabajo disponible en la sociedad.
Marx decía que “la magnitud del valor expresa… la conexión que existe entre cierto artículo y la parte del tiempo total de trabajo de la sociedad que se requiere para producirlo”.
En la producción de mercancías la relación básica entre los hombres “adopta, a sus ojos, la fantástica forma de una relación entre las cosas”. Esta materialización de las relaciones sociales es el corazón y la médula de la doctrina del Fetichismo, de Marx.
En períodos anteriores de la historia, cuando las relaciones de producción tenía un carácter personal directo, tal materialización de las relaciones sociales era evidentemente imposible.
El mundo se rige por un estado de la sociedad en que el proceso de producción tiene dominio sobre el hombre en lugar de ser controlado por él.
La aplicación de las ideas y los métodos de la ciencia natural a la sociedad es uno de los rasgos más notables del período capitalista.
La materialización de las relaciones sociales ha ejercido una profunda influencia e el pensamiento económico tradicional, por lo menos en otros dos sentidos importantes. En primer lugar, las categorías de la economía capitalista han sido consideradas como si fueran las inevitables categorías de la vida económica en general. Los sistemas económicos anteriores han sido vistos como versiones imperfectas o embrionarias de los capitalismos modernos y juzgados en consecuencia. En segundo lugar, la atribución de poder independiente a las cosas no es en ninguna parte más clara que en la división tradicional de los “factores de producción” en tierra, trabajo y capital, de cada uno de los cuales se piensa que “produce” un ingreso a sus propietarios.
La forma de producción de mercancías constituye el velo más eficaz posible para ocultar el verdadero carácter de clase de la sociedad capitalista.
El desarrollo de la producción de mercancías bajo las condiciones del capitalismo exhibe, por una parte, una intensa racionalización de sus procesos parciales y, por otra, una creciente irracionalidad del funcionamiento de sistema como un todo. Es claro que nos encontramos aquí con una de las mayores contradicciones del régimen capitalista. Un sistema social que tiene dominio sobre el hombre, lo educa hasta un punto en que es capaz de controlar su propio destino. Al mismo tiempo, le impide advertir los medios de ejercer el poder que está a su alcance, y desvía de más en más sus energías por cauces puramente destructivos.

EL PROBLEMA DEL VALOR CUANTITATIVO.

Marx estableció la teoría de la “ley del valor”, en la cual establece un equilibrio entre las proporciones del cambio de mercancías, la cantidad producida de cada una y la asignación de la fuerza de trabajo a las diferentes ramas de producción.
Esta teoría viene a demostrar que estos elementos se vienen a regular entre ellos de manera natural, con lo que de por sí existe un orden y no un caos que necesite una coordinación.
Para llegar a esta conclusión respecto de la teoría de la “ley del valor”, Marx hizo estudios en diferentes aspectos. Por ejemplo, en el primero de ellos analizó las relaciones económicas de las mercancías, con lo que estableció la “teoría del valor cuantitativo”, mediante la cual defendía la tesis de que existía una correspondencia exacta entre las proporciones del cambio y las proporciones del tiempo de trabajo. En este punto hay que hacer dos matizaciones, primeramente hay que relacionar el tiempo de trabajo con la noción de trabajo socialmente necesario, es decir, “el que se requiere para producir un artículo en las condiciones normales de producción y con el grado medio de habilidad e intensidad comunes en un momento dado”. La segunda matización es la consideración para todos los efectos del trabajo como trabajo simple, incluyendo también el trabajo calificado, que aunque existen diferencias teóricas entre estos dos trabajos, Marx considera de importancia la dificultad de distinguirlas en la práctica, con lo que reduce las dos concepciones en trabajo simple.
Igualmente Marx estableció una correspondencia entre el tiempo de trabajo y el precio de las mercancías en el mercado, pero esta correlación fue razonadamente criticada puesto que choca frontalmente con las reglas de la competencia, los sujetos si actúan libremente se rigen por la ley de la oferta y la demanda enunciada por Adam Smith, ya que los ofertantes no estipulan el precio de sus productos según el tiempo de trabajo empleado sino el precio que establece de por sí el mercado, ya que si no perjudicaría sus intereses.
En relación con la ley de la oferta y la demanda enunciada por Adam Smith, Marx hace una aportación muy importante en referencia al papel que juega la demanda, ya que según la teoría de Adam Smith el papel de la demanda podría simplificarse a la función que desempeña en el mercado como correlativa de la oferta y viceversa; pero Marx alude al hecho de que hay otros factores a tener en cuenta dentro de esta concepción, ya que en el papel de la demanda también actúa el capital que tenga ésta para gastar en el mercado que es condicionada por salarios retribuidos en sus respectivos trabajos. Con ello la curva de la demanda se equilibra según sean las condiciones de los factores mencionados, no únicamente según sea la curva de la oferta.
La “teoría del valor” de Marx expuesta es contraria a dos teorías en relación con el precio, a saber: “teoría del precio de producción” y “precio de monopolio”. Con lo que dejaría en duda la teoría aportada por Marx que rige en el precio, ya que estas dos concepciones no se ajustan a las condiciones de equilibrio en la teoría enunciada por Marx.
Antes de la aparición del Capitalismo, los sujetos tenían establecido un sistema de producción simple de mercancías, con lo que la cadena de producción era la siguiente: mercancía- dinero- mercancía (M-D-M). En cambio con la aparición del capitalismo, Marx distinguió de la anterior la cadena de producción de la siguiente manera: dinero- mercancía- dinero (D-M-D). Con lo que se podía observar que el Capitalismo consideraba el dinero, no como un medio, sino como un fin en sí mismo.
Asimismo, para el Capitalismo la fuerza de trabajo era considerada como una mercancía en las mismas condiciones de las demás, y era el elemento principal para la consecución de la plusvalía por el capitalista. La plusvalía no se conseguía por el proceso de circulación de mercancías ya que una variación en el precio desequilibraría en el mercado la curva de la oferta y la demanda en prejuicio del ofertantes. Tampoco la plusvalía proviene de los materiales y maquinaria empleados en el proceso de producción. Por ello solamente nos queda la fuerza del trabajo como causante de la plusvalía, ya que Marx pone como caso que el trabajador en las 6 primeras horas de trabajo reembolsa los gastos que el capitalista tiene por él, pero en una jornada de 12 horas, las restantes 6 horas que el trabajador hace son un excedente de trabajo, y ello se traduce en una plusvalía de la que se beneficia el capitalista.
Con esta teoría enunciada por Marx, establece una fórmula básica:
C+V+P=VALOR TOTAL
De esta fórmula se derivan unas cuantas más que son utilizadas actualmente para los ejercicios de contabilidad en las empresas, como por ejemplo:
· La tasa de la plusvalía: la proporción de trabajo excedente con respecto al trabajo necesario, que Marx llama “tasa de explotación”. Esta tasa es directamente determinada por tres factores: la duración del día de trabajo, la cantidad de mercancías que entran en el salario real y la productividad de trabajo.
· La composición orgánica del capital: es una medida de la amplitud en que el trabajo es provisto de materiales, instrumentos y maquinaria en el proceso productivo, dicho de manera técnica, es una medida de la relación de capital constante con el capital variable, en el capital total usado en la producción.
· La tasa de la ganancia: es la proporción de la plusvalía con respecto al desembolso total de capital
Se ha podido observar que los factores que interactúan en las tres fórmulas son idénticos, con lo que según esta tesis para que esto se cumpliera todas las empresas e industrias debieran de ser iguales en todo su proceso de producción y en los elementos que participan en él. Por ello, la teoría aportada por Marx no es considerada válida para explicar el funcionamiento del sistema capitalista. De todos modos, aunque la “teoría del valor” no es válida en estos términos, ha contribuido positivamente en el estudio del sistema capitalista.
La economía política clásica (apoyada en la teoría de la población) predecía un fin del progreso económico. Un elevado número de habitantes incitado por el creciente proceso de acumulación llevaría a que todas las cosas necesarias para la vida tuvieran que producirse e implicaría un alza en el valor del trabajo (no en el salario real), un descenso de la ganancia respecto a la producción total y el sistema caería cuando el riesgo a asumir por el capitalista no se compensara con las ganancias. Esta teoría murió cuando en la década de 1870 las tasas de natalidad cayeron en Europa.
El desarrollo de la teoría económica de Marx toma a las innovaciones y a los descubrimientos productivos como condiciones necesarias para la existencia del sistema capitalista. Ya que a través de estas nuevas tecnologías (que ahorran trabajo) es como se recluta al ejército de reserva y que este exista, es lo que hace que la plusvalía sobreviva y como consecuencia su clase (la burguesía).
En conclusión, los cambios en los métodos de producción llevan consigo un cambio en las relaciones sociales.
La mecanización del proceso productivo incitado por la acumulación, lleva a una mayor productividad en constante crecimiento, por lo que requiere un mayor desembolso del capitalista en materiales y maquinaria (composición orgánica del capital) esto llevó a Marx a formular la “ley de la tendencia descendente del capital” con la siguiente fórmula:
G= P´ (1-O)
De esta fórmula derivamos que si O tiende a crecer G tenderá a disminuir.
Lo que quiere decir, es que existen barreras para el desarrollo indefinido del capitalismo. La tendencia descendente de la tasa de ganancia pone límites al capitalismo. Y este se convierte en un modo histórico de producción limitado por sus condiciones materiales.
Existen seis causas por la que la “ley general de la tasas descendente de la ganancia” se convierte solo en una tendencia.
1. Abaratamiento de los elementos del capital constante. El uso continuo de la maquinaria al mismo tiempo que eleva la productividad del trabajo disminuye su valor por unidad del capital constante (se amortiza).
2. Aumento de la intensidad de explotación. Los capitalistas utilizan métodos como acelerar y estirar para compensar la tendencia descendente de la tasa de ganancia. Aceleran dejando menos tiempo al trabajo necesario y más al excedente para así aumentar la plusvalía. Estiran, prolongando la jornada de trabajo.
3. Depresión de los salarios más debajo de su valor. Intento de una constante reducción de los salarios por parte de los capitalistas.
4. Sobrepoblación relativa: El ejército de reserva tiende a presionar a la fuerza de trabajo activa así deprimiendo los salarios.
5. Comercio exterior. Hace posible adquirir materiales más baratos por lo que si se abarata el capital constante, la plusvalía aumenta.

PLUSVALÍA Y CAPITALISMO.

Hay una diferencia entre producción de mercancías en general y capitalismo.

 En la producción, el productor tiene los medios con los que él mismo trabaja, bajo el capitalismo la propiedad de los medios y el trabajo realizado corresponden a grupos diferentes de individuos, asimismo, la fuerza de trabajo y los medios de producción en el capitalismo sirven como valor de cambio. En el capitalismo se la compra y venta de la fuerza de trabajo.

Otra de las diferencias que encontramos es la desigualdad en el circuito de transacciones realizadas en ambos sistemas, siendo M-D-M en la producción simple, en el que la mercancía final tiene un valor de cambio mayor, y Dinero- Mercancía- Dinero en el capitalismo, en el que la última cantidad de dinero es superior, el dinero se convierte en el objeto de toda la transacción. Este incremento de dinero es la plusvalía. La adquisición de la fuerza de trabajo, es decir, la adquisición del propio trabajador por cierto periodo de tiempo, se determina en función del valor de los medios de subsistencia que necesita el trabajador para su mantenimiento. Esto nos conduce al estudio de la plusvalía, la plusvalía se consigue debido a la combinación que realiza el trabajador de trabajo necesario y trabajo excedente, en el que el trabajo necesario es la manutención del trabajador y el trabajo excedente es la forma por la que el poseedor de los medios de producción se hace con la plusvalía.


LA ACUMULACIÓN Y EL EJÉRCITO DE RESERVA.

La producción se divide en dos amplios sectores: por un lado producción de medios de producción y por otra producción de artículos de consumo. Esta es la oferta total de mercancías.

Los ingresos están compuestos por tres categorías: ingresos que el empresario habrá de reinvertir en medios de producción, la plusvalía y el salario.
Considerándose la demanda de mercancías, para que el sistema capitalista tenga estabilidad, el capital constante utilizado debe ser igual a la producción total de los bienes de producción, por lo que el capital usado en la parte de artículos de consumo debe ser igual al valor total de las mercancías consumidas por los obreros y capitalistas dedicados a producir medios de producción. Ambos sectores deben interaccionar entre si de tal forma que las fuerzas sean equilibradas, cuando el capital variable y las plusvalías del primer sector sean iguales al capital constante del segundo, se establece un equilibrio entre la oferta y la demanda, “Reproducción constante”.

La realidad es bien diferente, y el empresario que gasta todos sus ingresos en mejorar sus instalaciones o en medios de producción se convierte en realidad en un empresario que acumula capital. El capital que acumula lo reinvierte para obtener más plusvalía, volver a invertirlo y así sucesivamente… este modelo es llamado de “Reproducción Ampliada”. El éxito en la sociedad capitalista consiste en hacer crecer el capital propio. En contraste con la “Reproducción Simple”, mostrando la interrelación entre oferta y demanda cuando la acumulación es tenida en consideración, es decir, cuando los capitalistas no consumen totalmente la “plusvalía”, sino que ésta es fraccionada en tres partes:
una que consumen los capitalistas, otra que se añade al capital constante y otra que se suma al capital variable.

En consecuencia, la acumulación conlleva un aumento en la demanda de fuerza de trabajo. El aumento de demanda comporta un aumento en el precio de la mercancía, lo que produce una desviación del precio respecto de su valor. Si en el primer caso la fuerza de trabajo se vende a su valor, ahora ya no existe la igualdad entre fuerza de trabajo y los salarios.
Karl Marx introduce el concepto de ejército industrial de reserva.
Su fundamentación es que con el desarrollo del capitalismo, la composición orgánica del capital aumenta, lo que se traduce en que la masa del capital constante crece más rápidamente que el capital variable. Además el capital se verá concentrado y centralizado en menos manos.
Siendo esta la tendencia histórica absoluta, parte de la población obrera devendrá sobrante frente a los requerimientos de la acumulación capitalista a lo largo del tiempo. Paradójicamente, cuanta más rica sea una sociedad, más amplio será su ejército industrial de reserva.
Sin embargo, al desarrollar el concepto Marx aclara que, dependiendo del estado de la economía, el ejército industrial de reserva (lo que también se denomina desempleo estructural) se expandirá o contraerá siendo absorbida o expulsada fuerza de trabajo de las masas valorizadas por el capital.
Es decir, el ejército de reserva se forma por las inevitables innovaciones tecnológicas que modernizan la industria y economizan el trabajo, y gracias a esta modernización la plusvalía aumenta, asegurando así los ingresos a la clase que soporta. A tenor de esto Sweezy destaca la equivoca idea de la suposición de que la introducción de las máquinas para ahorrar trabajo y la acumulación vayan a la misma velocidad, como para mantener un equilibrio entre los salarios y la plusvalía.

LA TENDENCIA DESCENDENTE DE LA TASA DE GANANCIA.

La acumulación de capital está ligada a la mecanización del proceso de producción. La misma cantidad de trabajo con un equipo mecánico más perfecto y eficiente obtiene una mayor producción. La productividad de trabajo crece constantemente, igual que la composición orgánica del capital. De ambos conceptos se desprende la ley de la tendencia descendente de la tasa de la ganancia.

Según Marx existen obstáculos internos que impiden el desarrollo indefinido de la producción capitalista. Una composición orgánica ascendente del capital es sinónimo de crecimiento productivo del trabajo. La tasa descendente de la ganancia que la acompaña tiene que cerrar los cauces de la iniciativa capitalista.
Al abaratar el capital constante, se aumenta la productividad del trabajo, y disminuye el valor por unidad de capital constante. Un aumento dado en la composición orgánica del capital, bajando el valor del capital constante, actúa como su propio correctivo. Con el aumento de la intensidad de explotación y el aumento de la jornada de trabajo, se aumenta la tasa de plusvalía.

La sobrepoblación de trabajadores parados conduce a la creación de nuevas industrias con una composición orgánica del capital baja y una tasa de ganancia alta, por lo que la tasa de la ganancia general asciende. El comercio exterior hace posible adquirir materias primas y mercancías más baratas elevando la tasa de ganancia, de plusvalía y reduciendo el salario.
Una característica que distingue al capitalismo es que el trabajo transformado en capital constante, compite con el trabajo vivo y frena las demandas de éste último. Suponer una tasa constante de plusvalía unida a la productividad ascendente del trabajo no tiene en cuenta este resultado. La composición orgánica del capital y la tasa de plusvalía son variables predecibles, mientras que la tasa de ganancia varía de una forma indeterminada. Debería considerarse que ambas variables tienen la misma importancia.
Por ello, la formulación de la ley de la tendencia descendente de la tasa de la ganancia no resulta exacta, ya es posible comprobar que existe una tendencia descendente de la tasa de ganancia si el análisis se inicia con la composición orgánica ascendente del capital.
La composición orgánica ascendente del capital implica el proceso de acumulación de capital, y se hace necesario encontrar qué fuerzas causan la caída de la tasa de ganancia. La acumulación de capital actúa aumentando la demanda de salarios, si los demás factores no cambian, la subida de los salarios conlleva una reducción de la tasa de plusvalía produciendo un descenso de la tasa de ganancia. Introduciendo maquinaria moderna se mantiene la tasa de ganancia. El aumento en la composición orgánica del capital restablecerá la tasa de plusvalía e incrementa el volumen de plusvalía por encima de lo que aumentaría sin ésta.
Existen otras fuerzas importantes en este proceso: sindicatos, la acción del Estado en beneficio de los trabajadores, las organizaciones patronales, la exportación del capital, los monopolios y la acción del Estado en beneficio del capital.

LA NATURALEZA DE LA CRISIS CAPITALISTA.

Marx no llegó a realizar un análisis completo sobre la naturaleza de la crisis capitalista.
Primero, en las condiciones de la producción de mercancías en el sistema capitalista, el sistema de transacciones se ha convertido en Dinero-Mercancía-Dinero, mercancía contra dinero y dinero contra mercancía, por lo que el acto del cambio se divide en dos partes, la compra y la venta, en el que el uso de la moneda es clave, puesto que es homogénea y permite posponer tanto el acto de compra como el de venta. Al poder posponer o interrumpir este intercambio, se puede iniciar un proceso que afecte a toda la economía, la cual necesita de este circuito en constante movimiento: producción-consumo. Si este circuito se interrumpe se produciría la sobreproducción, la cual podría provocar la crisis. Según la “ley de Soy": no puede interrumpirse la circulación M-D-M, y por lo tanto no puede haber crisis ni sobreproducción, ya que a una venta le sigue invariablemente una compra por igual cantidad. Marx dedicó a esta Ley una crítica en el momento en que Ricardo negaba la posibilidad de la sobreproducción. En la forma de circulación M-D-M propia del sistema de producción simple de mercancías, el propósito de cambio es el valor de uso y no el aumento del valor de cambio, es producción para el consumo.
 Pero en la forma D-M-D, las dos “D” representan valor de cambio, y el objetivo es incrementar ese valor, hay que tener en cuenta que el interés del capitalista es elevar sus beneficios. La circulación de transacciones del capitalismo se realiza para la expansión del valor del dinero, obteniendo al final una mayor cantidad tras el proceso. Pero esta circunstancia solo se da para el productor capitalista, no para los trabajadores, que venden su fuerza de trabajo para conseguir mercancías que garanticen su subsistencia. Si el productor capitalista advierte que el incremento de capital no va lo esperado, no dudará en retirar su capital de la circulación, al menos durante un tiempo. Si el incremento del capital desaparece o se vuelve negativo, el capital será retirado, se reducirá la circulación del dinero y comenzará una crisis. Si el incremento del capital no es tanto como se esperaba, se reducirán sus acciones. Puede ocurrir que se retire el dinero del mercado, pero si el capitalista desea seguir siéndolo, deberá reinvertirlo. En el caso de que la crisis ocurra en tan solo una industria, el capital se moverá hacia otras, pero en el caso de que sea una crisis generalizada se tendrá que posponer la reinversión hasta que aparezca un momento más favorable. Ahora bien, la posibilidad formal de la crisis no hay diferencia entre la producción simple de mercancías y el capitalismo, porque las interrupciones de compra-venta afectan al proceso en los dos casos. La diferencia está en que puede desaparecer la tasa de ganancia o volverse negativa, por lo que el incentivo de la producción capitalista dejaría de existir. También podría ocurrir, un descenso en dicha tasa y que los capitalistas redujeran sus operaciones lo bastante como para producir una crisis. En esos momentos, el capitalista debería elegir entre, introducir capital en el circuito o conservarlo, aunque pronto tendría que reinvertirlo para continuar siendo un capitalista. Lo que puede suceder, es que ese aplazamiento del capital puede haber producido ya una interrupción y provocado la sobreproducción y la crisis, pero hay que decir, que no es verdad que la tasa de ganancia deba desaparecer o volverse negativa para producir una crisis; sólo con el descenso de ella puede ser suficiente para interrumpir el proceso de la circulación y que dé lugar a una crisis. Se puede afirmar, que existen dos tipos de crisis: las relacionadas con la tendencia descendente de la tasa de la ganancia y la crisis de realización (realización de valor). Desde una perspectiva causal, los dos tipos plantean problemas diversos: en un caso tiene que ver con movimientos en la tasa de la plusvalía y en la composición del capital, quedando intacto el sistema de valor; y en el otro, tiene que ver con fuerzas todavía no especificadas que tienden a crear un déficit general en la demanda de mercancías, en el sentido de ser insuficientes para comprarlas todas con una tasa de ganancia satisfactoria. El punto de partida en ambos los casos, es un descenso en la tasa de la ganancia; pero lo que está detrás del descenso en la tasa de ganancia, precisa un análisis muy diferente del que requiere lo que está detrás del descenso en la tasa de ganancia en el otro.

El drama de Olga Onassis

Olga Onassis,  viuda de Georgios Onassis, mano derecha y primo del armador Aristóteles, refleja la historia de una mujer que llegó a tenerlo todo y se quedo sin nada. Esta historia que refleja que la riqueza no lo es todo, ya que,  aun habiendo sido rica no cimentó su familia en el amor, el cariño y la lealtad sino algo que se ve con demasiad asiduidad en la cuna de familias tan adineradas, importa más el individuo que el núcleo familiar. El articulo describe como el joven Aristóteles emigró a tierras argentinas tras la perdida del imperio de su padre a manos de la reconquista que hizo Turquía en la zona de Esmirna, con un comienzo fregando platos fue adquiriendo recursos y rodeándose de mujeres de clases altas, hasta que invirtió en  la importación de tabaco rubio para dichas señoras acabando convirtiéndose en multimillonario con las navieras. Después los tristes sucesos de las muertes de tanto Aristóteles  como de sus familiares directos, empujo a Athina Livianos, esposa de Aristóteles a prescindir de la pensión que le otorgaba a Olga, dándonos la moraleja,  que tristemente hay personas que valoran más el dinero que las personas cercanas con las que vivió, así como, a su familia.

lunes, 9 de enero de 2012

Lectura: Roberto Carballo, "Ciencia y método".


En la lectura  la ciencia se nos presenta como una actividad humana y social que ha permitido al hombre acercarse al conocimiento de sus límites, aunque también ha fomentado en él un sentimiento de prepotencia y de fe en las relaciones humanas.
La ciencia tiene límites, está basada en el relativismo, lo que se ve en que las leyes y teorías científicas son siempre provisionales. Aun así, es utilizada hoy en día como instrumento de dominación social.
Algunos, dicen que la ciencia, en base a su metodología constante exponen que  ésta pretende explicar la Naturaleza, con el objetivo último de conducir al hombre al ideal de libertad. R. Carballo, en cambio, es partidario de una definición más abierta de ciencia. La ciencia, dice, puede ser entendida como vida en cuanto es un intento sistemático y cumulativo de comprensión de la Naturaleza y base del progreso del hombre, y como muerte porque absorbe y canaliza esa comprensión como aparato de dominación.
Se separa la concepción del mundo, entendida como un no-saber, de la ciencia como conocimiento. Aunque esta distinción es un esfuerzo más teórico que un problema real.
Lo esencial de la ciencia es el método, pero éste no puede ser ajeno a la ideología, la cual penetra en el proceso científico. Esta influencia se acentúa en las ciencias sociales y en la economía en particular.
Las fases del método científico son: Primero, la investigación de la realidad, su objeto de conocimiento. Es un acto cognoscitivo PRE-analítico. Segundo, la observación de los hechos, de la realidad, cuya finalidad última es la formulación de una hipótesis. Tercero, es una etapa en la que hay que desarrollar y concretar la hipótesis, haciéndola así una tesis teórica enriquecida. Y cuarto, la contrastación inter subjetiva.
Por último, el texto distingue el método de investigación del método de exposición. La investigación se asimila a la materia investigada, tiende a analizar sus diversas formas de desarrollo y a descubrir sus nexos internos. Sólo después de esta labor puede el investigador proceder a exponer el movimiento real. La investigación abarca todo el proceso del conocimiento científico, y la exposición sólo es posible cuando acabamos con la primera etapa de la investigación.

Gino Longo, "El mecanismo de la investigación científica".


Esta lectura nos explica como el conocimiento siempre se inicia a partir de la observación de los hechos, que es ya en sí misma un principio de análisis. Hay que seleccionar los hechos más significativos, descubrir las relaciones que los unen y ver los aspectos más significativos de cada uno.
Después, en una segunda etapa del trabajo científico consiste en formular una hipótesis que explique el conjunto de los hechos de forma lógica y coherente.
Una teoría es la representación de los hechos, por lo que aquí entra en juego la fantasía creadora, que es la capacidad del pensamiento para crear mentalmente imágenes subjetivas distintas de las observadas en la realidad. Se adquiere así la capacidad de conocer y modificar la realidad. Pero para llegar más allá esta fantasía tiene que estar controlada por la lógica.
La tercera etapa consiste en comprobar que las hipótesis formuladas corresponden a la realidad de los hechos. Para esto hay que ampliar el campo de observación a nuevos fenómenos, así como profundizar en el análisis de los hechos ya conocidos.
La cuarta y última etapa del trabajo científico consiste en modificar o sustituir las hipótesis anteriormente formuladas con los resultados de la comprobación realizada anteriormente.
Dentro de la investigación hay que distinguir entre el aspecto teórico y el analítico, ya que es un error razonar mientras se observa, pero es muy útil hacerlo antes y después.
"Hacer ciencia no significa descubrir reglas mediante la inducción de los hechos observados, sino que supone crear hipótesis y someterlas a una verificación experimental".
El investigador individual, para realizar su trabajo, utiliza no sólo los hechos observados, descubiertos y analizados por él mismo, sino también los hechos observados, descubiertos y analizados por otros. Lo mismo hace con las hipótesis formuladas por otros investigadores. Esto es así porque la verdad absoluta se forma con el conjunto de verdades relativas sucesivas.
En la práctica, el desarrollo de una ciencia es así: mientras el objeto de investigación permanece relativamente estable, el método de investigación evoluciona con cada nueva etapa del desarrollo científico, y es enriquecido.
La conclusión que se puede deducir es que en la ciencia lo esencial es el método de investigación.